20110615

Umi

No sé si es el rojo de tu pelo;
quizás el fuego que esconden tus palabras:
la infinitud eres tú Mar
cuando me pierdo en tu mirada.
Tal vez el oleaje en que meces mis pensamientos,
o el olor de la brisa que arrastra el viento;
quizás la sal que se adhiere a mi cuerpo.
Es tu marea, Mar,
la que calma mi dolor,
la que deja el camino suave
y traza círculos en la arena.
Dime Mar,
si abriera los ojos dentro de ti,
¿cómo vería el mundo?
¿se marcharía el gris de mis ojos?
¿se esfumarían las cenizas de mi corazón
o la escarcha que cubre mi alma?
¿dejaría de sentirme solo?
Dime Mar,
si abriera los ojos dentro de ti,
¿vería la musicalidad de tus entrañas?
¿escucharía el latir de tus sentimientos?
Quizás sólo retornase a una honda orilla
para coger la caracola que me escupa al oído
de qué está hecha tu locura.
Quizás sólo retornase a una honda orilla
con una botella vacía, 
un fuerte dolor de cabeza
y la tristeza quemando mis pupilas.
Y se hará de noche Mar,
bailarán sobre ti las estrellas,

haciéndote la sombra del cielo:
no.
Siendo el cielo de ti, la sombra...

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