Te odio.

Odio tus ojos.

Siempre he odiado tu mirada.

Odio que sonrías sin motivo.

Odio tus labios.

Odio tu boca,

odio las palabras que emanan de ella.

Odio tener que escucharte.

Odio lo que haces.

Odio lo que escribes.

Odio lo que piensas.

Odio todo tu cuerpo, 

todo tu ser.

No puedo más que odiarte,

porque tú eres todo lo que odio.

Odio tener que soñar contigo.

Odio que inundes mis pensamientos.

Amo verte triste.

Amo saber que lo pasas mal.

Amo verte sufrir.

Amo el sonido de tus lágrimas al chocar contra el suelo.

Pero lo que más amo es,

no estar a tu lado...

(cambia lo que amo por lo que odio, y vuelve a leer el poema con el cambio efectuado)